domingo, 6 de noviembre de 2011

Oído cocina: Freenètics (29/10/2011)

¿Quién o qué son Freeneètics? Podríamos decir que, dentro del ámbito de la música improvisada, Freeneètics sería una unidad de intervención rápida y que se amolda a distintos espacios, con una predilección especial por estar entre o cerca del público. Esto quiere decir que si se les llama para tocar pasado mañana y sus agendas se lo permiten, pueden hacerlo perfectamente.

Freeneètics es una idea del saxofonista Ferran Besalduch. Que nosotros sepamos, el grupo está integrado por cinco miembros que, según el caso, pueden aparecer en distintas formaciones. Nosostros los hemos visto tres veces ya.
La primera, en el LEM 2009, fue en formato trío, con Ferran Besalduch (saxos sopranino y bajo) y Joan Antoni Pich (cello), que son los dos miembros que al parecer siempre están, más el trombonista Tom Johnson.
La segunda vez que los vimos, dentro de la programación del "Cabaret Hofmann" de 2010, estaban además de Besalduch y Pich, el fagotista Javier Abad y la violinista Ariadna Rodríguez. No estaba Johnson.
La otra noche, dentro del ciclo "Músiques disperses" que tiene lugar en la sala Heliogábal, se presentaron con la formación de luxe: esto es, los cinco miembros mencionados.

¿Qué hacen o qué pretenden? Bueno, lo que pretenden vamos a dejarlo aparcado, no sea que esto fuera a alargarse excesivamente. Respecto a qué o cómo plantean las cosas, sí podemos hacer una aproximación descriptiva.
Hay una característica que distingue a Freeneètics y es que, por más que no llevan partituras ni ningún material musical escrito, si suelen llevar unas escaletas en las que está fijado el decurso de la intervención. Se trata de un orden, una especie de guión muy primario que fija las apariciones de los intérpretes así como la combinación de los mismos.
Sería casi como una estructuración dramática. A continuación vamos a poner la escaleta de la actuación del otro día que amablemente nos ha facilitado Ferran Besalduch.


Como pueden ver, es como una sucesión de escenas, de actos que son una guía de aparición de unos intérpretes musicales, que no encarnan papel dramático alguno aunque el método de organización se parezca.
No obstante, viendo la preparación previa de estos conciertos, escuchando las indicaciones que Besalduch hace a cada músico sobre el papel, se escuchan comentarios acerca de los roles que además han de adoptar. Por ejemplo, en el dúo trombón-fagot, debe haber una actitud de lucha, de pelea. O que determinada intervención solista o trío, debe tener tal o cual dinámica.

Normalmente, en el escenario principal siempre está Pich sentado con su cello. En los inicios de sus espectáculos, el resto de músicos están desperdigados por el local, y llegan hasta el escenario mediante diferentes recorridos. La conclusión suele ser igual, uno, dos o más músicos van abandonando el punto de encuentro en el que se ha desarrollado todo quedando solamente Pich y, tal vez, alguno más. Siempre depende.
Esto nos lleva a una segunda peculiaridad de Freeneètics, que es la de la observación previa del espacio, de lo cual también se encarga Besalduch. No es una cosa que le demore mucho. Con una visión rápida y general tiene suficiente para establecer las posiciones, ordenes y posibles situaciones que puedan darse durante el concierto, dependiendo de si las dimensiones del espacio lo permiten o no.

Todo en conjunto parece un trabajo estructurado sobre una mecánica más teatral que otra cosa.

Musicalmente, lo que se puede encontrar en un concierto de Freeneètics siempre será
distinto a cualquier otro que hayan dado. Sí se puede hablar de la estética musical a partir de la cual en general suelen trabajar, y que estaría conformada tanto por música contemporánea como por jazz y funky (estilo este muy caro al líder).

Por otra parte, y en consonancia con ese juego seudo actoral del que hablamos, cada músico puede introducir espontáneamente cosas que se le ocurran en cada momento y que no pertenezcan a ninguna de las estéticas mencionadas. Cosas que se van puntualmente del resto o que lo comentan, y que tendrían que ver con la imaginación musical y el bagaje propios de cada músico, sus gustos, filias, etc.
Dentro de esto, hay cosas que a veces se transparentan en forma de temas ajenos concretos, que pueden ser un bolero, un blues o una bossa nova. Quizá, a este respecto, hay el único "pero" a hacerles. Particularmente al hecho de que esas referencias se materialicen en forma de canciones o temas conocidos de un modo claro. Nos parece que sería mejor tan sólo sugerir esos otros estilos con melodías o dibujos más originales.
Hay que decir que a unos de ellos les pasa y a otros no.
De todos modos, esto no quita que nos parezca bien que aparezcan esas cosas, ya que abundan en esa dimensión de personaje que tienen los músicos, acentuando su psicología y sentimientos, pero atendiendo musicalmente a todo en conjunto sí creemos que debería ser algo más sibilino.

Ahí van cinco clips. El primero, más largo, con el inicio de su actuación. Más otros cuatro más breves, para hacerse una idea, simplemente.









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